Proteja su inversión ante un incendio
Sabemos que siempre la prevención sale mas barato que la atención, pero al momento de aplicarlo a nuestra vida diaria, difícilmente estaremos ratificando este dicho, y uno de esos aspectos es en la prevención de incendios.
A o largo de la vida hemos conocido de casos cercanos (ya sea por ubicación o por parentesco o amistad), algún negocio o casa donde alguien sufrió un incendio que afectó su patrimonio o su lugar de trabajo, sin embargo, la mayor parte de las veces que esto ocurre, tendemos a minimizar la posibilidad de que a nosotros nos pase, y simplemente decimos: “tuvo mala suerte” o “ya le tocaba”.
Existen zonas económicamente similares donde la mayoría de comercios son de un solo giro, y pudiéramos mencionar, Tequisquiapan, donde en uno de sus mercados mayormente se vende artesanía de un material parecido al Tule, que es inflamable, o Zapotlanejo, donde por sus calles podemos encontrar producto textil en la mayoría de sus negocios, o Tequila, donde encontraremos esta bebida de dioses y existen bodegas o depósitos mayormente; y también existen zonas geográficas donde se manifiestan múltiples actividades económicas en la entidad y en un área geográfica pequeña, podemos, por ejemplo, pensar en un mercado municipal, que vende productos perecederos como verduras, frutas, carne, plásticos desechables, comida preparada para llevar o para comer ahí, productos de limpieza, productos de conservas alimenticias, y un sinfín de bienes y servicios.
Esto último, se parece mas a nuestra casa, donde conviven diferentes aspectos de la vida, y tenemos los productos que hemos adquirido a través del tiempo, de naturalezas tan diferentes como las libretas de la escuela de los niños y el coche donde los llevamos a diario, la comida que sobró del domingo en la mañana o los ingredientes para cocinar una pizza.
¿Y qué tienen en común estos lugares?
Todos los lugares constituyen una unidad que tiene un valor económico y afectivo para el propietario, y un valor incalculable por la vida de las personas que pudieran verse afectadas por un incendio, y donde por menos inversión que hayamos destinado, imaginanado por ejemplo un local de venta de desechables, pudiéramos decir que al menos se ha invertido unos $10,000 pesos; mientras que si hablamos de una casa, hablamos de al menos $50,000 siendo conservadores.
Sabemos que un incendio puede originarse por múltiples causas, tanto naturales como humanas, por ejemplo, un rayo, un corto circuito, un explosión de gas, falta de mantenimiento, huelgas o manifestaciones públicas, inundación, impacto de un vehiculo, etc. Y este incendio, se propaga de manera rápida y produce humo tóxico, dejando a los ocupantes en la imposibilidad de una acción reactiva si no se detecta al instante.
Hasta aquí, tenemos que la detección es un asunto serio, por eso en otros países, existen regulaciones que implican la instalación de detectores de humo o de calor, en cada uno de los espacios de las casas y los negocios, mientras que en Méxiso para este fin solamente existe la NOM-002-STPS-2010, y como lo emite la STPS, solamente es auditable, obligatoria y observable por la autoridad, en los espacios donde se desarrolle un trabajo, mientras que en las casas carece de normatividad aplicable su requerimiento e instalación.
Y lo mismo en materia legislativa, aplica para los sistemas de combate de incendios (llámese extintores o hidrantes), son requeridos en base al análisis del “Grado de Riesgo de Incendio” que se realiza en los centros de trabajo, bajo la misma NOM.
Y la pregunta es: Dado que existe normativa para tener un sistema de detección y combate de incendio al menos en nuestro lugar de trabajo, ¿este existe? Y dado que existe un riesgo de incendio en nuestra casa, ¿contamos con al menos detectores en cada habitación y un extintor en cada planta de la casa? ¿nuestro negocio o lugar de trabajo y nuestra casa cuenta con una póliza de seguro que cubra el evento de incendio?
Si somos como el 90% de los negocios en México, de acuerdo a las estadísticas de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, no contamos con nada de esto en nuestro negocio.
Esta misma institución, lleva un registro de los incendios desde hace un tiempo y en 2015 registró 12,178 siniestros de incendio[1], que no son el total de los incidentes en el territorio nacional, porque recordemos que el 10% de los negocio e industria contratan una póliza para tal efecto, por lo tanto estaríamos dejando fuera aquellos incendios del 90% de los negocios e industrias, y el total de los incendios forestales o rurales, de esquilmos y vegetación, y los de casa habitación.
Pero como el título de este artículo no era “estadística de incendios”, retomemos el tema y digamos que para proteger esa inversión de $10,000 o $50,000 o la cantidad que usted quiera poner valor a su casa o su negocio, convendría invertir una pequeña cantidad de dinero en equipamiento, lo que nos asegura una temprana detección de incendio, y una correcta atención al momento del incidente.
De cuánto estamos hablando? Bien, los detectores de humo individuales, es decir, los que no se conectan a una alarma central, están sobre el orden de los $250.00 y los extintores, hablando del tipo ABC (que son los indicados para fuego de solidos, líquidos e incendios eléctricos) de 6 Kgs. De cerca de $700.00 pesos, es decir, si imaginamos una casa de 3 recámaras, 1 cocina, 1 comedor y 1 sala (6 espacios sin contar los baños ni los patios) en 2 pisos, lo ideal serían 6 detectores de humo (1,500.00 en total) y 2 extintores ($1400.00 en total) estamos hablando de $2,900 pesos, con un mantenimiento anual de cerca de $800.00-$900.00 y con la tranquilidad de que ante cualquier conato de incendio, estaremos avisados aún cuando estemos dormidos.
¿Vale la pena? No lo se, pregúntese, ¿Cuánto vale su mercancía o la vida de quienes están con usted?…
[1] Información tomada de http://www.cnsf.gob.mx/EntidadesSupervisadas/InstitucionesSociedadesMutualistas/Incendio%20bases/2015%20Incendio%20Bases.xlsx el día 6 de Agosto de 2017
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